En un emocionante encuentro que tuvo de todo, el Liverpool logró una agónica victoria por 2-1 sobre el West Ham gracias a un gol de cabeza de Virgil Van Dijk en los minutos finales. El poderoso central neerlandés se resarció de un autogol que había significado el empate para los londinenses tan solo tres minutos antes, mostrando su carácter y liderazgo en un momento crucial para el líder de la Premier League. El triunfo mantiene al Liverpool con una cómoda ventaja de trece puntos sobre el Arsenal, su más cercano perseguidor, a falta de solo seis partidos por disputarse.

El partido comenzó con un dominio abrumador del Liverpool, que rápidamente se puso en ventaja gracias a una brillante jugada colectiva culminada con el gol de Luis Díaz, asistido por Mohamed Salah. Sin embargo, el West Ham no se amilanó y, poco a poco, fue encontrando espacios y generando peligro, obligando al portero del Liverpool, Alisson Becker, a convertirse en la figura clave de su equipo durante gran parte del encuentro, sosteniendo la ventaja con intervenciones providenciales ante los ataques rivales.

La tensión llegó a su punto álgido en los minutos finales. Cuando el reloj marcaba el minuto 86, un centro de Kudus al área encontró a Van Dijk, cuyo despeje desafortunado impactó en su compañero Andy Robertson y se coló en la portería, estableciendo un empate que parecía merecido para el West Ham por su reacción en el segundo tiempo. Sin embargo, la alegría local duró poco. Apenas tres minutos después, en el minuto 89, Van Dijk se elevó en el área rival para conectar un potente cabezazo a la salida de un córner lanzado por Alexis Mac Allister, sellando una victoria agónica y crucial para el Liverpool.

Este triunfo, el vigésimo tercero del Liverpool en la presente temporada liguera, no estuvo exento de altibajos. El equipo de Arne Slot pasó de un dominio inicial a verse superado por un West Ham aguerrido, que incluso tuvo ocasiones claras para empatar antes de lograrlo de manera fortuita. La figura de Alisson bajo los tres palos fue fundamental para mantener al Liverpool en el partido hasta el gol de la victoria, frustrando en varias ocasiones las aspiraciones del conjunto londinense.

A pesar del susto final, con un remate al larguero del West Ham instantes después del gol de Van Dijk, el Liverpool sumó tres puntos vitales en su camino hacia el título de la Premier League. La capacidad de reacción de Van Dijk, pasando de villano a héroe en cuestión de minutos, ejemplificó la determinación de un equipo que parece tener la mentalidad de campeón y que, a falta de pocos partidos, acaricia un nuevo trofeo liguero.