El Fascinante Éxito Medieval de Santa María de Egipto: Una Santa “Rebelde” de Piel Oscura

Hace más de un milenio, cuando la extraordinaria leyenda de Santa María de Egipto fue traducida del latín al inglés antiguo, se convirtió en un fenómeno cultural comparable a un éxito de taquilla moderno. Esta historia, que narraba la transformación de una joven promiscua en una sabia y virtuosa maestra de las Escrituras tras 47 años de ascetismo desnuda en el desierto, resonó profundamente en la sociedad medieval, siendo copiada y traducida a diversas lenguas vernáculas. Ahora, la investigadora de la Universidad de Cambridge, Alexandra Zhirnova, busca desentrañar el misterio detrás del perdurable atractivo de esta santa “rebelde”.
La investigación de Zhirnova se centra en cómo y por qué la figura de María de Egipto, una mujer de piel oscura con un pasado sexual explícito, fue adoptada como santa en una época donde la Iglesia mostraba una marcada preocupación por las normas de género y el comportamiento femenino. Contrario a los estereotipos que pintan una Edad Media con una visión exclusivamente negativa de las mujeres, especialmente las de piel oscura, la historia de Santa María revela una apertura a modelos de santidad diversos y desafiantes. En aquel entonces, la adopción de un santo no era un proceso eclesiástico formal, sino que se basaba en la veneración popular y la difusión de su leyenda.
La hagiografía de Santa María, escrita por Sofronio, patriarca de Jerusalén, en el siglo VII, se transmitió oralmente durante décadas antes de ser plasmada en la Vita. La historia se cuenta desde la perspectiva de San Zósimo de Palestina, un monje que afirmó haberla encontrado en el desierto. María le reveló su pasado como prostituta desenfrenada, motivada no por el dinero, sino por una “pasión irrefrenable”. Tras un viaje a Jerusalén donde experimentó una epifanía, se convirtió al cristianismo y se retiró a una vida de ermitaña, renunciando incluso a la vestimenta.
A pesar de su pasado, Zósimo llegó a admirar profundamente a María, quien se convirtió en una guía espiritual para él, citando las Escrituras sin haberlas leído jamás y revelándole sus errores en su relación con Dios. Para los cristianos devotos de la época, cuyas vidas a menudo transcurrían en instituciones religiosas con estrictas reglas, la figura de una mujer exótica, desnuda y vagando libremente por el desierto mientras se comunicaba con lo divino debió resultar a la vez inquietante y fascinante. Santa María desafiaba las nociones convencionales de belleza y comportamiento sexual de las santas, quienes típicamente eran vírgenes perseguidas por su castidad.
La investigación de Zhirnova sugiere que la clave del éxito de la leyenda de Santa María radica en su poderosa moraleja: la gracia divina está al alcance incluso de los pecadores. En una época donde las santas más populares eran vírgenes, la existencia de una anciana egipcia, desnuda y con experiencia sexual, ofrecía una perspectiva radicalmente diferente. Además, el hecho de que fuera descrita con la piel “ennegrecida”, aunque la comprensión medieval de la raza difiriera de la actual, sugiere una apertura a modelos de santidad no blancos, desafiando las concepciones de pureza y belleza asociadas a la piel clara. Santa María de Egipto se erigió así como una figura antiinstitucional y una “santa rebelde”, cuya historia continúa fascinando por su humanidad y su mensaje de redención.